Mike Farris, arrollador

9 de junio, 20:30h. en Bikini, Barcelona

Sala llena pero con espacio para moverse porque, tal y como fue el concierto, resultó ser imprescindible para no parar de moverse. Empezó arrollador y la apisonadora The Roseland Rhythm Revue solo aflojó levemente con «I never loved a man» —interpretado por una de sus vocalistas que, con su voz, erizó el vello a más de uno— y cuando recordó a Prince con una estremecedora versión de «Purple rain».

Mike Farris & The Roseland Rhythm Revue

El concierto tuvo dos partes —divididas por un lógico intermedio de unos 20 minutos para el descanso del motor— pero en ninguna de las dos hubo bajón. Todo empezaba con «Precious lord» y los temas propios de Farris  como «Power of love» o «The lord will make a way somehow» se mezclaban con grandes del blues, soul y góspel personalizados por el vozarrón del de Nashville: «Hold on I’m coming», «Everyday people» (Sly and The Family Stone), «Pride and joy» (Steve Ray Vaughan) o «Proud Mary» (a lo Ike y Tina Turner) o medleys potentes como «Knockin’ on heaven’s door» y «Three little birds» o «Uptight» y «Stand by me».

Mike Farris & The Roseland Rhythm Revue

Hacía mucho tiempo que alguien no me «obligaba» a moverme desde el minuto uno para acabar sudando tras los más de 150 minutos de fuego real. Posiblemente sea uno de los conciertos que más haya disfrutado en bastante tiempo. Cada vez que escucho los discos de Mike Farris —y sobre todo, los directos— me ponen de buen humor y me llenan de energía pero en ningún caso esperaba este paso tan aplastante por Barcelona.

Mike Farris & The Roseland Rhythm Revue

La nota curiosa la puso cuando el exvocalista de Screamin’ Cheetah Wheelies cargó contra la incorporación de Axl Rose como cantante de AC/DC y que para él, la banda australiana, debió abandonar cuando el protagonista de la camiseta que vestía, Malcolm Young, dejó la banda por problemas mentales o sea, esos que le provocan que ya no sepa ni lo que es una guitarra. Como fan de AC/DC que también soy, dijo algo en lo que nunca había caído: Malcolm Young es el auténtico «heartbeat» del rock’n’roll.

En una entrevista muy reciente que le hacían a Mike Farris y que no recuerdo muy bien donde la leí, decía que en esta gira llevaba una gran banda para que el público saliera de los conciertos con una visión de la vida mejor de como entró. Creo que lo consigue. Al menos en mi. No solo llegué a casa con una sonrisa y con la sensación de haber invertido los 25 euros de la entrada en el mejor de los remedios sino que aún, horas después, aún sigo notando los efectos. Hay bandas que son contundentes musicalmente, Mike Farris es contundente por lo que transmite y la pasión que destilan sus canciones y versiones.

Si te cae cerca, dale una oportunidad a Mike Farris & The Roseland Rhythm Revue y algo en ti cambiará. Certificado.

 


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