La comunidad científica descubre nuevas especies
La verdad es que la comunidad científica no lo tiene muy claro. Las diversas informaciones publicadas en revistas especializadas no se ponen de acuerdo, no coinciden. En algunas dicen que son nuevas especies y en otras las describen como una simple evolución por la falta o cambio de alimentación de especies ya conocidas. Tampoco saben muy bien como llamarlas porque no son ni animales ni alimentos. El nombre provisional es una contracción: animento.
Sea como sea, a mi me parece interesante descubrir estas criaturas y saber un poco más de ellas más allá de lo que haya provocado que aparezcan. Por el momento, se han visto cinco pero no se descarta que haya más.
BERENHIENA: es la mezcla de una berenjena y una hiena. Al parecer, la reina del Serengueti, hasta los mismísimos de comer carroña en mal estado (¿Qué esperabas hiena? ¿Carroña gourmet?) empezó a comer esta violeta hortaliza hasta que mutó… a medias. La teoría es simple porque los científicos tenían otras cosas que hacer cuando se descubrió esta especie. Fue la primera y se creyó que era una ligera anomalía de la naturaleza.
JALAPEÑU: fue la segunda especie descubierta. A estas alturas, la comunidad científica optó por empezar a catalogar estas bestias como ‘animentos’. Se destinó un equipo para averiguar qué había provocado esta segunda mutación y se descubrió que el ñu ya llevaba mucho tiempo evolucionando —si es que podemos llamarlo así—. El ñu descubrió que el cocodrilo rechazaba los jalapeños, los pimientos habaneros, las guindillas… cualquier cosa picante. No lo pasaba bien cada vez que defecaba. El ñu, un listo del Serengueti, empezó a alimentarse de jalapeños hasta adoptar la forma en que hoy hemos descubierto esta transmutación.
VACALAO: no se ha esforzado mucho la comunidad científica en darle nombre a este ‘animento’. Existe una cierta cantidad de científicos que sostiene la teoría de que, esta mezcla, proviene de un pescado amante de la leche. Una corriente mucho más numerosa asegura que es al contrario, el transgénero se ha producido por culpa de las vacas que adoran el pescado. Que esta segunda teoría sea la más extendida es debido a que está comprobado que la mayoría de peces son intolerantes a la lactosa. Aún está por descubrir —porque no se ha podido capturar ninguna— qué demonios sale cuando la ordeñas, si leche o aceite.
CAMAMELÓN: además de ser una nueva especie descubierta recientemente, es una nueva habilidad del camaleón común. Ya no solo tiene la habilidad de imitar los colores de su entorno sino que además, es capaz de adoptar la forma de los objetos cercanos. Se ha estudiado a fondo uno de los ejemplares capturados y tras ponerlo al lado de un melón, adoptó la forma de la hortaliza. Al poco tiempo, se le retiró el melón sustituyéndolo por una fresa y el experimento fracasó. El camamelón no ha vuelto a su forma natural por lo que se cree que aún no ha desarrollado la facultad de restablecerse.
ESCARABAJO: una parte de la comunidad científica está bastante cabreada con el bautizo de este nuevo espécimen porque provoca confusión. ¿Cómo diferenciaremos el escarabajo de toda la vida del escarabajo mutado de su adición al ajo? El caso está muy cerca de acabar en Estrasburgo y que un tribunal internacional acabe poniendo orden a este desaguisado científico.
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